jueves, 25 de febrero de 2010

Vínculo entre diversidad de algas y ballenas durante 30 millones de años

Un nuevo estudio demuestra que tan fuerte es el vínculo entre la diversidad entre los organismos de lo más bajo de la cadena alimenticia, con los mamíferos en lo más alto de ella.

image Geólogos estadounidenses y neozelandeses han estudiado la relación entre las ballenas y cierto tipo de algas en los últimos 30 millones de años. Y han descubierto que los cambios en la diversidad de especies de las ballenas se correlacionan con la diversificación de las diatomeas, un tipo de algas abundantes en los océanos.

Pudieron ver que durante este período de 30 millones de años si había mucha variedad de especies de diatomeas viviendo en un momento dado, también había más tipos de ballenas.

Las diatomeas son unos productores primarios clave en el océano moderno, son la base de la cadena alimenticia marina. Así se ve en el registro fósil que las diatomeas y las ballenas, en lo más alto de la cadena, suben y bajan juntos de diversidad en los últimos 30 millones de años.

Fuente: Science Daily

jueves, 18 de febrero de 2010

Las aves ven mejor los colores que los humanos

Llamar gallina a una persona podía resultar ofensivo, antes pero ahora puede ser un halago. Un estudio ha descubierto que ven los colores mejor que nosotros. Al parecer su cerebro es de ave, pero los ojos son muy distintos a los de las demás aves.

image Tienen un ojo muy bien organizado estructuralmente, lo que les da una visión de los colores superior, según ha descubierto un nuevo estudio. Lograron mapear cinco tipo de receptores lumínicos, y descubrieron que estaban ubicados en un mosaico entretejido lo que maximiza la habilidad para ver muchos colores en cualquier parte de la retina, la estructura sensible ubicada en la parte posterior del ojo.

Algún lector recordará los bastoncitos y los conos que tenemos en la retina del ojo, mientras que los bastoncitos son fotoreceptores especializados para la visión nocturna, los conos lo son para la luz del día.

La mayoría de los mamíferos se volvieron nocturnos durante la era de los dinosaurios, pero las aves, descendientes de los dinos, no pasaron por un período similar. Por esa razón, tienen más variedad de conos en los ojos, o sea están mejor adaptadas a ver mejor durante el día.

Por ejemplo, nuestros conos son sensibles a la longitud de onda del rojo, azul y verde. Las gallinas pueden detectar también la longitud de onda del violeta, incluyendo el ultravioleta. Incluso tienen un receptor llamado doble cono, que se cree que les ayuda a detectar movimiento.

Pero lo que les permite ver tan bien los colores es la forma especial en que tienen ordenados los conos y su forma. Tienen la forma de una gota de aceite, lo que les permite filtrar sólo un rango particular de luz. Y si bien están distribuidos por toda la retina, nunca están juntos dos tipos de cono similares.

La forma ideal para para conseguir una muestra uniforme de color del campo visual.

Según especulan los investigadores, esta sensibilidad extra en los colores para las aves puede deberse a que sea una ayuda para encontrar pareja, lo que suele involucrar plumajes de colores vivos y variados. También puede servirles para alimentarse, ya que también suelen ser de colores vivos y variados los frutos que consumen.

Fuente: Livescience

martes, 9 de febrero de 2010

Regalecos, los peces que miden 17 metros de largo

ABC y BBC

Un grupo de científicos ha avistado por primera vez en su entorno natural una Regalecidae o pez remo, un extraordinario y escurridizo pez que puede llegar a medir 17 metros -es uno de los más largos del mundo-, dotado con una prominente aleta dorsal que le da una inusual forma de serpiente. El equipo, en el que participan investigadores de la Universidad de Lousiana (Baton Rouge, EE.UU.) logró filmar al animal en aguas del Golfo de México cuando exploraba las profundidades marinas.

Las Regalecidaes o peces remo (Glesne regalecus) son tremendamente largas y su aspecto, tan parecido al de una serpiente, pudo haber originado los mitos de monstruos marinos que los antiguos marineros se encargaron de dispersar por todo el mundo.

Cuando los investigadoers descubrieron un especimen en el Golfo de México casi no podían creerlo. En un principio, confundieron al pez con un tubo de perforación. «Vimos un objeto luminoso y brillante, parecía una tubería enorme, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba de un pez», explica el profesor Mark Benfield a la BBC.

La sorpresa del investigador es comprensible, especialmente si se tiene en cuenta de que ejemplares de esta especie sólo se habían visto con anterioridad en contadas ocasiones, y siempre agonizando en la superficie del mar o y ya muertos y arrojados por las olas a la costa.

El equipo siguió al pez durante cinco minutos antes de que se rompiera el contacto. La Regalecidae nada a una gran velocidad de forma ondulante gracias al impulso de su aleta dorsal.