Se conoce como pingüinos a la familia biológica Spheniscidae, que incluye seis géneros y entre 16 y 20 especies, dependiendo de qué autoridad uno consulte, ya que existen especialistas que consideran a algunos especímenes como de la misma especie, mientras que otros los consideran especie distintas.
El origen evolutivo de los pingüinos se puede rastrear hasta hace unos 60 millones de años, época en la que se separaron del último ancestro común con las aves voladoras.
Lo cierto es que los pingüinos son un ave magníficamente adaptada a la vida acuática, prueba de ello es la increíble agilidad que muestran bajo el agua, de la cual se ha dicho que es tan eficiente como el vuelo de otras aves en el aire, totalmente contrapuesta a la torpeza que los caracteriza en tierra.
Ese andar de borracho les valió el nombre de pájaro bobo, cuando fueron avistados por primera vez por europeos de la expedición de Vasco da Gama, a fines del siglo XV, en uno de sus viajes de exploración hacia la India, circundando toda África. También les valió ese apodo el que son un animal especialmente tranquilo, que a pesar de haber sido cazados durante siglos por los humanos, siguen sin tenerles miedo.
El nombre pingüinos, sin embargo, comenzó a utilizarse mucho después. Se cree que los primeros en ser llamados así fueron los Pinguinus impennis, alcas gigantes, ahora extinguidos, que extrañamente no son pingüinos, ya que son del hemisferio norte, y los pingüinos son exclusivamente del hemisferio sur. La palabra comenzó a utilizarse en el siglo XVI, cuando se conoció a estos pájaros bobos, que eran muy parecidos a las alcas gigantes. Pero la palabra en castellano, al parecer proviene del francés pingouin , como llaman a las alcas. Algunos diccionarios dicen que su origen es galés: pen, "cabeza" y gwyn, "blanco". Mientras que otros dicen que es de origen latino, pinguis significa gordo.
Como dijimos antes, todas las especies de pingüinos viven en el hemisferio sur, lo máximo que llegan al norte es el ecuador, y hacia el sur, hasta la costa de la Antártida. Pero sólo algunas especies son nativas del continente blanco, y una sola lo es de la región ecuatorial.
Las especies de pingüinos varían considerablemente tanto en tamaño corporal, los hay de 40 cm de altura y 1 kilo de peso (Pingüinos azules) hasta ejemplares de 30 kilos de peso y más de un metro de altura (Pingüino emperador). Pero todos ellos comparten una misma forma y estructura corporal.
Se alimentan de crustáceos, principalmente del krill, peces y calamares. Es el tipo de alimentación, y la distancia que deben recorrer para conseguirla, lo que suele dictar su tamaño corporal.
Volviendo al andar de borracho de los pingüinos, sus alas y la cola les sirven para mantener el balance y esa postura erguida que los caracteriza. Sus patas son cortas para caminar en tierra, por eso es que caminan como un muñeco a pilas.
Pero a veces, para poder ir más rápido en tierra hacen “toboganing”, que consiste en patinar sobre sus barrigas por la nieve o el hielo.
Pero es en el agua que se ven todas las curiosidades más interesantes de los pingüinos. Ese plumaje especial que tienen, que les da un aspecto lizo, suave, que podría semejar al plástico, contiene una capa de aire entre la piel y las plumas, que le permite coordinar la flotabilidad.
Esa capa de aire también ayuda a aislarlos de las frías aguas del hemisferio sur. Por eso cuando ocurren desastres ecológicos como los derrames de petróleo son tan letales para los pingüinos, es porque una mínima gota de petróleo les arruina ese balance tanto en la flotabilidad como en el mantenimiento de la temperatura corporal.
Pero para las especies que viven en climas muy fríos como los de la Antártida, a veces les es más difícil mantener el calor corporal en tierra, mientras cuidan a las crías y esperan a que su pareja traiga la comida. Por eso se suelen juntar de a varios, para darse calor mutuamente, turnándose los que están más en el borde soportando el duro y frío viento. Así, cada pingüino tiene un turno en el centro del grupo.
El calor también lo pueden mantener gracias a la glándula uropigia ubicada en la base de la cola, y que segrega un aceite impermeable con el que pueden lubricar su plumaje, valiéndose del pico. Este aceite también les ayuda a impermeabilizar el cuerpo. Así pueden aguantar temperaturas de hasta 40 grados bajo cero.
El camuflaje tan característico que presentan todos los pingüinos, que es similar al de un esmoquin o un frac, negro por arriba y blanco por debajo, les permite evadir a los depredadores que los atacan desde abajo, como las orcas o las focas leopardo.
Los pingüinos no suelen pasar más que uno o dos minutos bajo el agua, pero algunos como el Pingüino emperador pueden llegar a sumergirse más de 320 minutos a profundidades de 500 metros. Allí debajo pueden llegar a experimentar presiones de hasta cuarenta veces las de la superficie, que a cualquier animal terrestre le causaría barotraumatismo.
Esto lo logran gracias a huesos sólidos, sin aire en su interior. También gracias a que disminuyen el consumo de oxígeno al sumergirse, y su ritmo cardíaco se reduce considerablemente, dirigiendo el flujo sanguíneo hacia los órgano vitales.
No son la gran cosa oyendo, y su vista en tierra es casi nula más allá de unos pocos metros. Está especialmente adaptada para la visión bajo el agua.
Los pingüinos pueden beber agua salada gracias a que su glándula supraorbital, que filtra el exceso de sal en la sangre, que luego es excretada en un líquido concentrado por sus fosas nasales.
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