viernes, 7 de agosto de 2009

La serpiente que simula tener dos cabezas

EP

Las serpientes marinas de los océanos Índico y Pacífico engañan a sus depredadores al hacerles creer que tienen dos cabezas, según un estudio de la Escuela de Conservación de Copenhague (Dinamarca) y la Universidad de Kristianstad en Suecia que se publica en la revista 'Marine Ecology'.

Laticauda colubrina

El descubrimiento mostró que la cobra marina con listas amarillas (Laticauda colubrina) utiliza las marcas de la piel y su comportamiento para hacer creer a los depredadores que su cola es una segunda cabeza en la que también hay veneno.

Los investigadores explican que existen alrededor de 65 especies de serpientes marinas en las aguas tropicales del hemisferio sur, desde África al Golfo de Panamá. La mayoría de ellas pasa su vida en el mar, en aguas superficiales y como depredadores activos de pequeños peces que rondan los arrecifes de coral. Todas las serpientes marinas tienen un veneno muy potente que se encuentra entre los más venenosos de todas las especies de serpientes.

Sus métodos de caza en ocasiones convierten a estas serpientes en muy vulnerables para otros depredadores, sin embargo, la cobra marina de listas amarillas ha conseguido que su cola se corresponda con la vista dorsal de la cabeza, lo que combinado con el mismo tipo de colores, proporciona la ilusión de que tiene dos cabezas y dos cargas de su peligroso veneno.

El descubrimiento lo realizó Arne Redsted Rasmussen, coautor del trabajo, mientras buceaba cerca de la costa de la Isla Bunaken en Indonesia. Siguió a una gran cobra durante 30 minutos, nadando entre los corales y buscando comida. Después de ser distraido por una segunda serpiente, Rasmussen volvió a buscar a la serpiente y se sorprendió al ver que la 'cabeza' le estaba mirando mientras que la cola estaba explorando el coral. Fue sólo entonces cuando la serpiente se escapó y Rasmussen se dio cuenta de que la primera cabeza era en realidad la cola.

Los investigadores examinaron a 98 cobras marinas de las colecciones de los tres principales museos de París, Berlín y Copenhague además de controlar la conducta de las cobras marinas salvajes de las Islas Solomon durante la expedición danesa 'Galathea 3'.

La investigación confirmó que todas las serpientes de estas especies tenían un patrón de coloración distintivo con una forma amarilla de horma de zapato que marcaba la punta de la cabeza y la cola. El amarillo era más profundo que los colores del resto del cuerpo y el color negro era mucho más largo que las bandas oscuras del resto del organismo, lo que subraya la similitud entre la cabeza y la cola.

La razón de esta mezcla de conducta y coloración procede del desarrollo de una estrategia de defensa necesaria cuando la serpiente está explorando en busca de la presa. A pesar de ser extremadamente venenosas, las serpientes marinas son susceptibles del ataque de varios depredadores como tiburones, grandes peces óseos e incluso aves.

Según concluye Rasmussen, "es intrigante que este descubrimiento se observara en esta especie ya que una de las diferencias clave entre la cobra marina de rayas amarillas y otras serpientes marinas es que pasan casi el mismo tiempo en tierra que en el mar. Por ello viven en dos mundos en los que se aplican dos reglas diferentes de supervivencia. Sigue por confirmar si las cobras marinas utilizan su táctica de defensa marina de movimiento de sus colas cuando están en tierra".

4 comentarios:

Sebastian Cespedes Montero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bigoc dijo...

Está acá a la izquierda, Sebastian.

Sebastian Cespedes Montero dijo...

jejeje, toda la razón, martin cagliani. Ya me hice seguidor ;-)

Gaston Maqueda dijo...

No solo las serpientes marinas lo hacen

Las serpientes de coral (parientes de las serpientes de mar) tambien hacen algo precido
cuando se sienten en peligro hacen un rulito con la colita y la levantan para simular que es la cabeza.

Hace unos años buceando en un arrecife de Thailandia me encontre con una de estas serpientes de la foto. (Laticauda colubrina)
No me daban los brazos para alejarme del lugar ya que son las serpientes mas venenosas del mundo.
Sin embargo son mansas y poco propensas a morder.
Yo por las dudas no me quede a comprobarlo