En biología se llama fósil viviente a especies animales que en la actualidad son casi iguales a otras fósiles, que se podrían llamar ancestrales. Es erróneo cree que no han evolucionado, sí lo han hecho, pero tal vez no sufrieron tantos cambios como en otras especies y géneros porque su hábitat cambió poco. Aquí vimos varios ejemplos de fósiles vivientes, como la iguana rosada, el Okapi o el tapir. Pero hoy vamos a hablar de tuatara, único representante actual de un orden de reptiles que eran muy abundantes hace 200 millones de años. Hoy en día sólo se lo puede ver en Nueva Zelanda, si bien hace poco se lo creía extinto.
Los tuatara, como casi todos los animales de Australia y Nueva Zelanda es raro. ¿Por qué es raro? Justamente porque no se lo puede ver en ninguna otra parte del mundo. Petenece a la familia de reptiles Sphenodontidae, que tan sólo lo tienen a él como representante actual. Son muy parecidos a una iguana, sin embargo no están emparentados más que muy de lejos. Si bien hoy en día sólo existen dos especies de tuatara, hace nos 200 millones de años eran muy abundantes en la región continental sur del planeta, que por aquellos tiempos estaba toda unida en un super continente llamado Gondwana. Por eso incluso se han encontrado fósiles en América del Sur.
Llegan a medir unos 70-80 centímetros de largo, y se caracterizan por su columna cubierta de pinches, de allí su nombre, que en maorí significa espalda espinosa. Son de un color verde amarronado. Tienen una doble fila de dientes en la parte superior de la mandíbula que encierra a una única línea de dientes de la mandíbula inferior, cuando está cerrada. Esto es algo único entre todas las especies animales vivas.
Algo también inusual que tienen los tuatara, es la pronunciada fotoreceptividad que tienen sus ojos, ya que poseen una retina doble, como se suele decir, lo que implica que tienen células que les permiten ver tanto de día como de noche. También se valen de una membrana llamada tapetum lucidum que suele ser común entre los vertebrados, como en los gatos, por ejemplo, que les permite captar más luz durante la noche, es decir, ver mejor. Pero no se quedan ahí las curiosidades visuales de los tuatara, ya que tienen un tercer ojo, el llamado ojo parietal o pineal. No es algo tan inusual este tercer ojo, ya que se puede ver en lagartijas, ranas, sapos y algunos peces como atunes y tiburones, pero en los tuatara no está tan oculto, sino que es un ojo desarrollado, con retina y cristalino. Está cubierto por escamas, pero se cree que puede servir para absorber rayos ultravioletas a fin de fabricar vitamina D.
También se cree que les permite conocer la posición del sol incluso si está nublado. Sus órganos auditivos son extraños, ya que no tienen ni oreja, ni hueco alguno que haga de oído. La cavidad auditiva está cubierta por piel y tejidos sueltos. Así es que si bien pueden oír, sólo captan bajas frecuencias.
Su reproducción es lenta, les lleva entre entre y 20 llegar a la madurez sexual. Esto también muestra su longevidad, que tienen un promedio de 60 años de vida, pero con muchos casos documentados de más de 100, como por ejemplo el famoso tuatara Henry, que a los 111 años pudo engendrar hijos todavía.
Hoy en día están amenazados en casi todos los lugares que habitan, por eso están protegidos. La principal causa de su casi extinción es el hombre, pero también lo que llevaron los europeos consigo, las ratas.
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