miércoles, 20 de agosto de 2008

Las singulares señales visuales de los búhos para comunicarse

La Naturaleza sigue revelando algunos de sus curiosos engranajes. En esta ocasión, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los búhos reales (Bubo bubo) usan sus excrementos y restos de presa para marcar el territorio y delimitar, de esta forma, su zona de reproducción, que no es otra que el nido.

El chunchitoEn declaraciones a la agencia Efe, Vincenzo Penteriani, que junto a María del Mar Delgado (ambos pertenecientes a la Estación Biológica de Doñana, del CSIC), indicó que hasta el momento se pensaba que las aves nocturnas se comunicaban sólo por señales vocales. Sin embargo, “ahora hemos podido conocer que la visual también forma parte de su contacto”.

“El marcaje descubierto en aves no se trata sólo de un rastro olfativo, como ocurre en el caso de los mamíferos, sino visual, lo que nos hace pensar que puede ser una forma de comunicación mucho más habitual de lo que creíamos”, según Vincenzo, que agregó que el estudio de las aves se llevó a cabo en la Sierra Norte de Sevilla.

El trabajo, que ofrece una serie de resultados preliminares, se publica hoy en la prestigiosa revista estadounidense Public Library of Science (PLoS) ONE. Por otro lado, Vincenzo Penteriani indicó que el estudio también ha servido para poner de manifiesto que los búhos reales tienen tendencia a depositar esas señales visuales en piedras oscuras, con el objetivo de que así resalte más el blanco.

En este sentido, Vincenzo Penteriani añadió que durante la realización del estudio cubrieron las heces con pintura de un color parecido al trasfondo de la zona. El resultado fue que los búhos reales volvían a defecar no únicamente en los mismos lugares, sino encima de la propia pintura, que era el lugar exacto en el que habían hecho sus necesidades durante la noche anterior.

Este estudio también supone un punto de referencia para formular nuevas hipótesis acerca del comportamiento de estas aves nocturnas. Penteriani explica en el estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que todavía hará falta realizar más estudios y una serie de observaciones experimentales para analizar si las heces pueden provocar reacciones específicas en su comportamiento y examinar además la importancia funcional de estas reacciones.

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