Vía El Mundo
Al parecer los escarabajos saben contar. Según investigadores de la Universidad de Valencia cuentan con un "mecanismo rudimentario", pero más o menos cuentan.
Aseguran los investigadores que el proceso simbólico de contar "depende de conceptos y procesos cognitivos complejos relacionados con la adquisición de un lenguaje". Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que "nuestras capacidades matemáticas dependen también de mecanismos innatos (no aprendidos) que ya aparecen en bebés en etapas pre-verbales".
Uno de estos mecanismos, que se conoce como el "sistema aproximado de número", permite a bebés de más de seis meses de edad evaluar el número de objetos en un conjunto de forma aproximada, y parece ser el rudimento cognitivo que nos permitiría aprender a contar de forma simbólica.
De hecho, un estudio publicado el pasado mes de octubre en la revista Nature ha descubierto que la eficacia con que los seres humanos utilizamos este "sistema aproximado de número" está íntimamente relacionada con nuestra destreza en matemáticas, mientras otros estudios demuestran que se trata de un sistema que entra en funcionamiento cuando hacemos cálculos matemáticos simbólicos.
Una de las grandes cuestiones que han surgido a partir de estos avances es hasta qué punto la especie humana comparte este sistema con otras especies animales. ¿Pueden contar los animales?
Hasta ahora, el "sistema aproximado de número" había sido descrito en ratas y primates, en palomas, gallinas y loros y en algunos peces y anfibios. La novedad, tras la investigación del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia es que los escarabajos de la harina (Tenebrio molitor) también poseen la 'calculadora'. Así que pueden evaluar de forma aproximada la cantidad de objetos en un conjunto.
Su estudio se une a otro reciente con abejas de la miel, presentado en la misma revista por investigadores de la Universidad de Queensland (Australia), y permite evidenciar que algunas especies de insectos parecen poseer mecanismos que les permiten contar de forma rudimentaria.
El trabajo de la Universidad de Valencia lo firman Pau Carazo Ferrandis, estudiante de doctorado perteneciente a la unidad de Etología del Instituto Cavanilles; Enrique Font Bisier, profesor titular de la Universidad de Valencia y director de la unidad de Etología;, Elisa Forteza Behrendt, estudiante colaboradora en el laboratorio; y Ester Desfilis Barceló, antiguo miembro del Instituto Cavanilles y actualmente profesora del departamento de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid.
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