martes, 30 de marzo de 2010
Murciélagos también usan el sol para orientarse
Los murciélagos son famosos porque se ubican en el espacio mediante un radar, o sea se valen del sonido para “ver”. Pero al parecer toman al sol como referencia en viajes más largos, en combinación con el campo magnético terrestre.
Según un estudio del instituto alemán Max Planck de Ornitología, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el murciélago ratonero de la especie Myotis myotis se orienta por la noche con la ayuda del campo magnético de la Tierra y calibra su dirección cuando cae el sol con la posición de éste.
Los murciélagos normalmente salen de sus cuevas con la puesta del sol, un momento del día que vinculan con la posición occidental del astro, un principio que prevalece por encima de lo que su campo magnético les esté indicando.
Dado que el campo magnético de los objetos varía de manera impredecible alterado por los depósitos de hierro que alberga la corteza terrestre, los animales consideran el sol una fuente más fiable para determinar la dirección de sus movimientos.
Al finales de 2009, uno de los profesores del estudio actual, Richard Holland, desveló cómo se orientan estos quirópteros en sus largos desplazamientos, a veces de hasta 50 kilómetros, algo que explicó por el campo magnético de la Tierra.
Recientemente, Holland y sus compañeros Ivailo Borissov y Björn Siemers comprobaron, gracias a una alteración experimental de los campos magnéticos durante la caída del sol y la noche, que la manipulación de los campos "sólo es efectiva en combinación con la puesta del sol".
"Estos murciélagos ratoneros usaron la posición del sol al atardecer como el indicador más fiable de dirección, y calibraron el campo magnético con ello", dijo Holland.
Frente a los recursos empleados por los murciélagos en sus largos trayectos, se sabe desde 1940 que éstos establecen su orientación a corta distancia por ecolocación, que mide la distancia de un objeto por el tiempo que pasa entre la emisión de una onda acústica y la recepción de la onda reflejada en dicho objeto.
Cada pata del elefante por su cuenta
Vía El Mundo
Los elefantes son todoterrenos 4x4 animales. Frente al resto de los cuadrúpedos, que utilizan las patas traseras como motor y las delanteras como freno, un estudio del Royal Veterinary College de Londres ha demostrado que las extremidades de los elefantes funcionan de forma independiente.
Cada pata es capaz, por su lado, de generar potencia motora, de forma que estos paquidermos, que pueden pesar hasta 7.500 kilogramos y medir hasta 3 metros de largo, ganan en estabilidad pese a perder en velocidad.
Tras estudiar el movimiento de seis elefantes asiáticos, cuando caminaban o corrían sobre unas plataformas especializadas, el grupo de científicos se ha sorprendido al descubrir que las patas del animal son extremadamente flexibles. Esta flexión obliga al músculo a consumir una mayor cantidad de energía, por lo que el movimiento se hace más difícil.
La relación entre la fuerza que consumen sus músculos para generar movimiento y la fuerza que ejercen durante el mismo -lo que se conoce como ventaja mecánica- es mucho menor de la que se puede suponer a un animal de ese tamaño, sólo un tercio de la esperada.
Esto quiere decir que, pese a haber desarrollado un sistema de tracción muy evolucionado, los elefantes siguen siendo animales lentos y con grandes dificultades motrices porque necesitan una gran cantidad de energía para cada movimiento.
viernes, 26 de marzo de 2010
Los peces que regeneran su corazón
Los peces óseos u osteictios, como el pequeño pez cebra (o danio cebrado), muestran una habilidad que para los mamíferos no es más que un sueño: si seccionamos un trozo de su corazón, nadarán con dificultad durante unos días, pero un mes después su estado será totalmente normal. Una de las preguntas que se plantea hoy la medicina regenerativa es por qué los humanos no pueden hacerlo.
Las células del músculo cardíaco ayudan a regenerar los corazones dañados del pez cebra. Así concluyen dos estudios, publicados esta semana en la revista Nature, que proporcionan nuevas pistas sobre cómo imitar a estos animales y conseguir que los corazones humanos heridos puedan regenerarse.
El pez cebra puede regenerar de manera eficiente el músculo cardíaco perdido, pero hasta el momento no estaba claro el tipo de célula responsable de la sustitución de estos cardiomiocitos. Ambos trabajos sugieren que, al menos en el pez cebra, la regeneración cardíaca no implica necesariamente la activación de una población de células madre.
El primero de los trabajos, dirigido por Kenneth D. Poss, investigador de la Universidad de Duke (EE UU), demuestra que la mayor parte de la regeneración es llevada a cabo por un tipo particular de cardiomiocitos. Las células, que expresan el gen cardiogénesis gata4, entran en la zona dañada donde proliferan y ayudan a reconstruir el músculo cardíaco.
Por su parte, Juan Carlos Izpisúa Belmonte, investigador del Instituto Salk de Estudios Biológicos en California (EE UU) y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y líder del segundo estudio publicado en Nature, está de acuerdo en que estas células se desdiferencian y proliferan con el fin de reparar y regenerar el músculo cardíaco.
Aunque se muestra optimista respecto a los resultados, el científico español también cree que los investigadores deberían tomarse estos resultados como una advertencia para no pasar por alto la contribución a la regeneración que podrían hacer las células maduras.
“La regeneracion del corazon en el pez no ocurre mediante el uso de células madre o células progenitoras, sino por la dediferenciación de cardiomiocitos preexistentes en el corazón”, explica Izpisúa. "Nuestros resultados sugieren que quizás la regeneración en mamíferos no es una utopía y que un conocimiento más profundo de los mecanismos moleculares que inducen la proliferación de los cardiomiocitos podría ayudarnos a entender la falta de regeneración en humanos, y eventualmente, a tratar de modificar ese proceso".
Cardiomiocitos transgénicos
Para determinar qué células repararon en realidad el músculo cardíaco extirpado de los peces cebra, el equipo de Izpisúa Belmonte utilizó técnicas de ingeniería genética para convertir a los cardiomiocitos en "transgénicos", insertándoles un gen trazador o identificador, que les otorgaba una fosforescencia verdosa al microscopio.
Después, cortaron un 20% de cada ventrículo de los peces y esperaron un par de semanas a que los corazones se regenerasen: si el músculo cardíaco no brillaba, significaría que las células responsables de la reparación del tejido muscular dañado no eran los cardiomiocitos sino otras, como las células madre cardíacas.
Pero se toparon con un sorprendente descubrimiento. Los cardiomiocitos ya desarrollados que quedaban tras la herida retornaron a un estado más joven, comenzaron a dividirse para reemplazar las células perdidas y volvieron a madurar por segunda vez, convirtiéndose en tejido muscular cardíaco nuevo.
Los corazones humanos no pueden emprender por sí solos estas transformaciones regenerativas. Cuando resulta dañado por un ataque al corazón, el tejido muscular cardíaco se sustituye por tejido cicatricial, incapaz de contraerse. Sin embargo, antes de llegar a la insuficiencia cardíaca, las células musculares cardíacas dañadas de los mamíferos entran en un estado de autopreservación conocido como "hibernación", en el que dejan de contraerse y se esfuerzan por sobrevivir.
"Nuestra hipótesis es que los cardiomiocitos en hibernación de los mamíferos podrían ser células que están intentando reproducirse", añade Chris Jopling, autora principal del estudio y estudiante de postdoctorado con Izpisúa Belmonte en el CMRB, que considera que la "hibernación" del corazón humano es significativa. "Tal vez lo único que necesiten sea un pequeño empujón en la buena dirección".
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Referencias bibliográficas:
Kenneth D. Poss et al.: “Primary contribution to zebrafish heart regeneration by gata41 cardiomyocytes”. Nature, 25 de marzo de 2010.
Juan Carlos Izpisúa Belmonte et al.: “Zebrafish heart regeneration occurs by cardiomyocyte dedifferentiation and proliferation”. Nature, 25 de marzo de 2010.
Fuente: SINC
martes, 16 de marzo de 2010
Increíble criatura descubierta bajo el hielo de la Antártida
Una especie de camarón fue descubierto bajo el hielo de la Antártida, vean este video. Vía Chutulesco. Seguimos abajo.
En un sorprendente descubrimiento de la capacidad de organismos superiores para prosperar en condiciones extremas, un grupo de científicos halló una medusa y una criatura parecida a un camarón bajo una gruesa placa de hielo en la Antártida.
Antes, los investigadores consideraban que sólo unos cuantos microbios serían las únicas formas de vida que podrían vivir a casi 183 metros (600 pies) por debajo del hielo, donde no llega la luz.
Por ese motivo, un equipo de la NASA quedó sorprendido cuando echó un primer vistazo con una videocámara en las aguas de la parte inferior de una placa de hielo en la Antártida.
En las tomas, una curiosa criatura semejante a un camarón pasó nadando y luego se posó en el cable de la cámara. Los científicos también observaron un tentáculo que a su consideración pertenecía a una medusa de unos 30 centímetros (un pie) de largo.
martes, 2 de marzo de 2010
Pesticida le cambia el sexo a las ranas
La utilización de un pesticida común puede estar creándole serios problemas a las ranas. El pesticida atrazine transforma a los machos en hembras que incluso pueden reproducirse sin problemas, según un nuevo estudio.
Antes se había descubierto que el atrazine podría volver hermafroditas a las ranas, pero este estudio demuestra que los efectos de este pesticida son duraderos y pueden influenciar la reproducción de los anfibios.
El atrazine se usa para matar malezas que pueden arruinar las cosechas de maíz. Pero el nuevo estudio descubrió que interfiere con la producción de hormonas sexuales como el estrógeno que está presente no sólo en las ranas, sino también en nosotros los humanos, por lo que el descubrimiento podría también aplicarse a las personas.
Fuente: LiveScience
El origen de los perros pequeños
Los ancestros de los terriers diminutos, los yorkshires, caniches, chihuahuas y demás perros de pequeño tamaño parecen tener su origen en el Medio Oriente, según un nuevo estudio.
Todas las razas de perros domésticas actuales en sus miles de formas son el resultado de la domesticación del lobo gris. Gradualmente los humanos fueron seleccionando los rasgos que más les gustaban de sus perros creando la diversidad que existe hoy en día.
Científicos de la UCLA en Estados Unidos, han realizado un estudio genético de diversas razas de perros, y han logrado aislar un gen particular llamado IGF1 que sólo se presenta en los perros de pequeño tamaño. Para saber si este gen estaba presente en los lobos salvajes actuales, también analizaron genéticamente a las diversas poblaciones de lobo gris de todo el mundo: Alaska, España, China e Israel, entre otros lugares.
Descubrieron que efectivamente poseen una variante de ese gen, lo que sugiere que la mutación actual de ese gen surgió poco tiempo después de que los lobos se convirtieran en perros domesticados.
También descubrieron que la versión actual del gen está más relacionada con la versión de los lobos de Medio Oriente, lo que sugiere que los perros pequeños surgieron allí, y creen que esto ocurrió al menos hace 12 mil años.
Fuente: LiveScience
Más aquí en El origen de las razas de perros