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Por primera vez, ingenieros estadounidenses del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) han observado el inicio de una reunión masiva y la posterior migración de cientos de millones de animales, en este caso, peces. Las observaciones son aplicables a otras especies, y podrían contribuir a la protección de sus ecosistemas.
El trabajo, que se ha realizado gracias a una nueva técnica de tratamiento de imágenes, "proporciona información esencial para la protección de los ecosistemas marinos en los que habitan los vastos bancos de peces oceánicos", afirma el equipo de investigadores en el número que publica hoy on line la revista Science .
Asimismo, el trabajo confirma las teorías del comportamiento de los grandes grupos de animales en general, desde las bandadas de aves hasta los enjambres de langostas. Hasta ahora, dichas teorías se habían predicho únicamente a través de investigaciones teóricas, simulaciones por ordenador, y experimentos en laboratorio.
Por ejemplo, el equipo ha hallado que una vez el grupo de peces alcanza una densidad de población crítica, se desencadena algo similar a una reacción en cadena, que da lugar al movimiento sincronizado de millones de individuos sobre un área de gran tamaño. El fenómeno es similar a la “ola” humana que fluye alrededor de un estadio deportivo.
"Hasta donde sabemos, ésta es la primera vez que se ha cuantificado este comportamiento en la naturaleza, y sobre un ecosistema tan enorme," comenta Nicholas C. Makris, líder del trabajo y profesor de ingeniería mecánica y oceánica. Los bancos de peces migratorios que se producen pueden tener una longitud de 40 kilómetros en pleno océano.
Los investigadores se centraron en el arenque del Atlántico que sale del Georges Bank , un área pesquera situada cerca de Boston, durante la temporada de desove de otoño. Encontraron que la formación y el movimiento de grandes bancos de esta especie marina constituye un tipo de recorrido nocturno diario a las aguas poco profundas de este gran banco de arena, donde desovan bajo la cobertura de la oscuridad. Cuando llega la mañana, los peces regresan a aguas más profundas y se dispersan.
El trabajo se ha llevado a cabo utilizando el sistema de detección remota de guía de ondas acústicas oceánico (Ocean Acoustic Waveguide Remote Sensing : OAWRS). En 2006, Makris y un grupo de colegas publicaron un documento en Science en el que se presentaba el sistema OAWRS y una serie de observaciones iniciales realizadas mediante dicho instrumento.
OAWRS permite a este equipo tomar imágenes de un área con un diámetro aproximado de 100 kilómetros (62 millas) cada 75 segundos. Ello supone una mejora enorme respecto a las técnicas convencionales, como los detectores de bancos de peces basados en generadores acústicos y eco, que Makris compara con "observar un píxel en una pantalla de cine" mientras que la nueva tecnología permite "ver la película completa".
Tanto OAWRS como los métodos convencionales se basan en la acústica para localizar objetos mediante el reflejo del sonido sobre ellos. En las técnicas convencionales, los buques de investigación envían haces de sonido de alta frecuencia al océano. A diferencia de ellos, el nuevo sistema utiliza una frecuencia muy inferior, que puede viajar a distancias mucho mayores y pese a ello, devolver información útil, con señales mucho menos intensas.
Makris ve potencial de uso de OAWRS para monitorizar — y proteger — de modo más eficaz las poblaciones de peces. Los grandes bancos de peces oceánicos constituyen eslabones vitales en la cadena alimenticia, tanto del océano como del hombre, ha explicado Makris, si bien su enorme tamaño dificulta la recopilación de información con los métodos convencionales.
Ron O'Dor, científico co-senior de Census of Marine Life (CoML), ha comentado que "OAWRS nos permite recopilar información como la distribución geográfica, la abundancia y el comportamiento de los bancos de peces, y comprender mejor los factores que identifican una población de peces sana … que puede ser implantada por los responsables de elaboración de normativa para monitorizar de modo más eficaz y mejorar la protección de las reservas pesqueras".
CoML es un proyecto de colaboración científica internacional que participa en una iniciativa a 10 años, cuyo objeto es evaluar y explicar la diversidad, la distribución y la abundancia de vida marina en los océanos. Su objetivo es publicar el primer Censo de Vida Marina en 2010.
¿Puede aprovecharse OAWRS para detectar y capturar más peces, en lugar de para protegerlos? Makris cree que ello resultaría prácticamente imposible. Por ejemplo, ha dicho, no puede utilizarse en modo furtivo. "A los pescadores furtivos no les gusta actuar a la luz del día o con las luces encendidas, y OAWRS [fundamentalmente] enciende las luces sobre el océanos haciendo posible que todos vean lo que está sucediendo allí, y puedan hacer algo en relación con ello." Asimismo, hizo hincapié en que sería necesario el permiso de cada gobierno para usar el sistema en las aguas territoriales de cualquier nación, o en aguas internacionales reguladas.
Referencia Bibliográfica :
N.C. Makris; S. Jagannathan; I. Bertsatos (MIT, Cambridge, Massachussets; P. Ratilal; Z. Gong; M. Andrews (Universidad Northeastern, Boston, Massachussets); O.R. Godo (Instituto de Investigación Marina, Bergen, Noruega); R.W. Nero (Southeast Fisheries Science Center in Pascagoula, MS; J.M. Jech (Centro de Ciencias de Recursos Pesqueros del Noroeste, Woods Hole, Massachussets). "Critical Population Density Triggers Rapid Formation of Vast Oceanic Fish Shoals". Science , 27 de marzo de 2009.