El tigre es la especie de felino más grande que habita nuestro planeta, y después del oso polar y el oso marrón, es el tercer carnívoro más grande del mundo. Pueden llegar a medir más de tres metros de largo, culpa de ello y de su hermoso y característico pelaje, es que hayan pasado de ser unos 100 mil a principios del siglo XX, y que hoy en día estén en peligro de extinción, con apenas unos 3000 a 4000 sobrevivientes.
Los tigres, cuyo nombre científico es Panthera tigris, viven únicamente en Asia. Se divide en seis subespecies, la del tigre de Bengala la más famosa y numerosa, que vive en India, Bangladesh, Bután, Birmania y Nepal. También están el tigre siberiano, el de Indochina, el malayo, el de Sumatra y el del sur de China. Su hábitat típico son los bosques y selvas, pero también ocupa regiones más abiertas.
Los tigres son muy territoriales y solitarios. Un macho puede llegar a cubrir un territorio de 80 kilómetros cuadrados, las hembras tienen territorios menores, de unos 20 km2. Los que tienen territorios mayores suelen ser los tigres siberianos. Pueden defender a muerte su territorio entre machos, pero los machos dejan que as hembras entre en sus territorios, incluso a varias de ellas, llegando a compartir su alimento con ellas.
La franjas características del pelaje de los tigres son una especie de huella dactilar, ya que son únicas de cada individuo. Por más que un tigre sea rapado, seguirá con el mismo patrón de franjas, ya que están ya impresas en la piel. La función de estas franjas, es la de camuflarlos con el medioambiente que habitan.
El tigre es una máquina perfecta de cazar. Suele elegir animales grandes, como búfalos acuáticos. A pesar de pesar más de cien kilos, puede llegar a alcanzar una velocidad de 90 kilómetros por hora, durante la corta carrera de persecución. La táctica del tigre consiste en lanzar un terrible rugido, cuyas ondas de infrasonido, inaudibles para nosotros, pueden aterrorizar y paralizar a una presa. No sólo pueden alcanzar una gran velocidad en un corto espacio, sino que llegan a pegar saltos de hasta 5 metros de altura y hasta 10 metros de largo. Sus inmensas garras, de unos 8 cm de largo, con la gran fuerza de sus miembros delanteros, pueden asestar en el animal que persiguen un golpe capaz de matar en el acto. Sino, enseguida es capturado entre las dos patas, y segundos después, en el suelo, lo liquida de un rápido y certero mordiscón al cuello que le rompe la médula espinal. Todo esto hace que sus víctimas suelan tener una muerte inmediata.
El Tigre contra el Hombre
Los tigres suelen cazar presas indefensas, muy rara vez se enfrentan ante algún peligro. Por ejemplo, el tigre siberiano comparte territorio con los osos de la región, pero se evitan mutuamente, aunque si se cruzan, puede llegar a existir un enfrentamiento, del que suele salir ganador el tigre. Pero los humanos siguen ocupando territorios que son parte de la inmensa zona que el tigre utiliza para cazar, por lo que a veces terminan atacando el ganado humano, y en muy raras ocasiones a los humanos.
Se suele exagerar mucho la leyenda de los tigres comehombres, ya que estos grandes felinos evitan las regiones bulliciosas de los humanos. Las razones que lo llevan a atacar personas puede ser la invasión de su territorio, el que tenga cachorros cerca, o que el tigre esté viejo o enfermo, lo que lo lleve a buscar presas fáciles, que eso somos nosotros. Cada tanto suele ocurrir en la India, lo que pone más en peligro de extinción al tigre, ya que la venganza humana suele ir contra cualquier tigre, incluso varios, no contra el verdadero “culpable”.
Hay casos famosos, como el del llamado tigre de Champawat, que se dice que causó la muerte de 430 personas en la frontera entre Nepal e India, hasta que fue muerta por el famoso cazador Jim Corbett en 1907. Este caso, por ejemplo, fue el de una hembra con los colmillos rotos, por lo que se cree que buscaba presas fáciles. Corbett cuenta la historia en el libro Maneaters of Kumaon.