sábado, 18 de septiembre de 2010
Los murciélagos también tienen dialectos y acentos
No sólo las personas tienemos acentos diferentes. Según un equipo de científicos australianos, los murciélagos también se distinguen regionalmente por su forma de comunicarse entre ellos.
Los diferentes 'dialectos' permiten a los investigadores identificar a las distintas especies, para poder así protegerlas.
El investigador Brad Law, del Centro de Ciencia Forestal australiano, advirtió que los murciélagos de los bosques de Nueva Gales del Sur, en Australia, emiten un sonido diferente del resto. Esto confirmaba las sospechas de que los murciélagos, al igual que otros animales como los delfines o los cachalotes, tenían diferentes tonos regionales. Para demostrarlo, los investigadores analizaron alrededor de 30 llamadas de distintas especies de murciélagos. A partir de dichos sonidos, desarrollaron un programa informático que permite identificar a estos mamíferos a lo largo de la costa, cuantificarlos y así protegerlos.
Los murciélagos emiten ultrasonidos de alta frecuencia para orientarse en el vuelo y cazar, inaudibles para el ser humano, mediante contracciones de la laringe. Estos sonidos pueden variar en frecuencia, ritmo, duración e intensidad según de la especie de la que se trate.
Recopilaron y estudiaron 4.000 sonidos de estos animales para crear un sistema capaz de desarrollar claves de identificación de los distintos 'acentos' de murciélagos que habitan en distintas regiones de Nueva Gales del Sur. Sin embargo aún se encuentran en la primera fase de investigación y deben perfeccionar algunos aspectos. "Necesitamos mejorar nuestra habilidad para distinguir entre especies que tienen el mismo tono de llamada y debemos aumentar la velocidad de identificación de estas llamadas", asegura Law.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Elefantes que le tienen miedo al as hormigas
Las acacias de Kenia tienen un gran aliado para defenderse de los elefantes, que las derribarían y devorarían sin piedad si no fuera por unas hormigas mil millones de veces más pequeñas que ellos.
"Es una historia de David contra Goliat", señaló el biólogo Todd Palmer, autor principal de un estudio sobre el tema, que se publicado en la revista Current Biology.
Las columnas de hormigas enfurecidas disuaden a los paquidermos introduciéndose en su sensible trompa si se atreven a acercarse a las acacias, que a cambio de protección ofrecen a sus guardianes refugio y alimento en forma de dulce néctar.
Con ello, estos insectos tienen un importante impacto sobre el ecosistema de la sabana en la que viven, al proteger a unos árboles que son necesarios para absorber el dióxido de carbono y reducir así la acumulación de gases de efecto invernadero, señala el estudio.
Hasta ahora se creía que en la vegetación de la sabana influían la lluvia, los nutrientes del suelo, los herbívoros y el fuego, pero Palmer sugiere que a la lista se añada la defensa de las plantas ejercida por los insectos.
El papel clave de las hormigas
Los biólogos de la Universidad de Florida (EEUU) se dieron cuenta durante una investigación en el centro de Kenia de que los elefantes se apartaban de una variedad de acacia común en la zona, la 'Acacia drepanolobium' en la que proliferan estas hormigas, mientras se alimentaban de la 'Acacia mellifera' que está libre de estos insectos.
Tras realizar una prueba, descubrieron que "a los elefantes les gusta comer esas plantas (que habitualmente tienen hormigas) tanto como la 'Acacia mellifera'. Cuando en cualquiera de las dos especies hay hormigas las evitan como los niños evitan el brécol", señaló Palmer.
En otro experimento, los científicos eliminaron las hormigas de algunas acacias y comprobaron un año después que estos árboles habían sufrido muchos más daños que los demás. Imágenes por satélite tomados entre 2003 y 2008 confirmaron que las hormigas tenían un efecto generalizado a largo plazo sobre la sabana, explicó Palmer.
La trompa del elefante es muy sensible a las picaduras de las hormigas y es el auténtico 'talón de Aquiles' del gigantesco animal. Según Palmer, al parecer es el olor el que alerta a los elefantes de la presencia de las hormigas, por lo que estos olores podrían ser aplicados a los cultivos humanos para evitar que sean arrasados por los paquidermos.
La destrucción de los cultivos es una de las principales causas de que los elefantes sean abatidos por el hombre en el este de África.