Científicos estadounidenses han descubierto plantas de bosque que cuando se estresan producen cantidades importantes de una sustancia química muy similar a la aspirina.
El hallazgo, realizado por científicos pertenecientes al 'National Center for Atmospheric Research' (NCAR) de forma inesperada, puede suponer un importante avance sobre el comportamiento de las plantas y sobre la importancia de estas en la calidad del aire.
Ahora los científicos barajan dos posibilidades por las que se produce este hecho: la primera es que se trate de la respuesta inmune a un animal, y la segunda que se trate de un acto de comunicación entre plantas.
"A diferencia de los seres humanos, las plantas tienen la capacidad de producir su propia combinación química, similar a la aspirina, que da lugar a la producción de proteínas que les permite aumentar sus defensas bioquímicas y reducir el daño", explicó Thomas Karl, uno de los científicos del NCAR y el conductor del estudio.
"Nuestras mediciones muestran que las plantas emiten cantidades significativas del producto químico como para ser detectado en la atmósfera", y que lo hacen en situaciones estresantes para ellas como las sequías, temperaturas extremas u otros problemas. El estudio, que ha sido financiado por la National Science Foundation, y recogido por otr/press, fue presentado en el Biogeosciences.
Durante años, los científicos ya habían comprobado en laboratorios que las plantas podían producir salicilato de metilo, que es una forma química del ácido acetilsalicílico, o aspirina. Sin embargo, es la primera vez que hacen un descubrimiento así en un ecosistema, emitiendo directamente a la atmósfera.
Ahora, Karl y sus colegas especulan con dos posibilidades: una respuesta inmune a un animal, conocido como resistencia sistémica adquirida, o un mecanismo para comunicarse con plantas vecinas, advirtiéndoles de las amenazas. Estos resultados muestran que se produce una "comunicación de planta a planta" a nivel de ecosistema, explicó Alex Guenther, co-autor del estudio. "Parece ser que las plantas tienen la capacidad de comunicarse a través de la atmósfera".
Los investigadores no habían pensado previamente en buscar el salicilato de metilo en un bosque, y el equipo del NCAR lo encontró por accidente. Ellos crearon instrumentos especializados para supervisar las emisiones de las plantas de determinados compuestos orgánicos volátiles (COV), y cuando examinaron sus mediciones encontraron con sorpresa que las emisiones contenían salicilato.
Además, descubrieron que las emisiones se disparaban en determinadas circunstancias, como en las sequías o cuando es producían cambios bruscos de temperatura.
El descubrimiento puede ser muy importante para los agricultores , pues pueden realizar un seguimiento de las plantas para detectar los problemas cuando se produzcan los primeros indicios de una enfermedad, ataque de insectos o cualquier otro hecho que les cause estrés.
"Una señal química es una manera muy precisa para detectar el estrés vegetal, lo que puede ser más eficaz que las inspecciones visuales, y así se pueden tomar decisiones mucho más rápido", explicó Karl.
Este hallazgo también puede ser importante para los científicos, pues puede ayudarles a realizar un mejor seguimiento del impacto de los COV en el comportamiento de las nubes y el desarrollo del nivel de ozono en el suelo, un importante contaminante.
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